Las dificultades de aprender inglés
Aquí compartiremos información para ayudarte a seleccionar y aprender idiomas.
Aprender inglés es uno de esos propósitos que todo el mundo realiza al comenzar un nuevo año, señal inequívoca de que, en mayor o menor medida, todos somos conscientes de su utilidad.
Sin embargo, el hecho de que sea un propósito recurrente también indica que, por algún motivo, una gran mayoría no lo logra. ¿Cuáles son los motivos? ¿De verdad son tantas las dificultades de aprender inglés o por el contrario lo que falta de verdad es la voluntad auténtica de ponerse a ello?
Entre los aspectos que constituyen una barrera se encuentra el tema de la pronunciación. La gramática inglesa no es especialmente compleja y cualquiera es capaz de aprenderla poniendo un poco de esfuerzo, pero el inglés tiene determinados fonemas con los que el hispanohablante no está familiarizado.
Esto, en principio, constituye una dificultad que puede superarse, pero aquí es donde entra en juego un importante factor cultural, la timidez del español a la hora de pronunciar dichos fonemas.
En países de Latinoamérica, donde el influjo cultural de Estados Unidos es mayor, la población está más familiarizada con dichos fonemas y no tienen vergüenza de reproducirlos. El caso de España es distinto: se evita tratar de pronunciar un inglés perfecto por temor a ser objeto de bromas por parte del entorno.
Esto lleva a que se “españolicen” ciertos fonemas y se pronuncien de un modo que resulten mucho más reconocibles a nuestro oído.
Sin embargo, esta pequeña “trampa” termina por jugar en contra. No añadir dichos fonemas a nuestra batería de herramientas supone que nos cueste mucho más reconocerlos al escucharlos, máxime cuando, además, al igual que sucede con el español, en el inglés también hay variaciones regionales.
En efecto, si bien para un angloparlante nativo las diferencias de pronunciación entre inglés de Inglaterra e Inglés estadounidense son evidentes, estas diferencias no suponen un impedimento para una comunicación fluida. Se trata de un caso similar al que se daría entre un español y un argentino, que si bien utilizan algunos términos diferentes y su acento es marcadamente distinto, se entienden sin mayor problema.
Sin embargo, en el caso de quienes aprenden inglés, esa diferencia de acento en la pronunciación suele resultar un inconveniente bastante más grave para lograr entender lo que dice nuestro interlocutor.
Aunque a priori estos problemas pueda parecer que nos superan, para nada constituyen una barrera insalvable para quien quiere aprender inglés. Nadie dijo que hacerlo fuese fácil, y conseguirlo requiere un proceso que conlleva tiempo y ciertas dosis de esfuerzo. Pero cualquiera con un mínimo de ganas y fuerza de voluntad puede afrontar estos problemas y vencerlos. En definitiva esas dificultades no son sino una parte del camino que es necesario recorrer para lograr nuestro objetivo.
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Publicado: 3/2016. Autor: Pete. Actualizado: Hace mucho tiempo.